“De su ardida y viril pugna con estas esquivas materias el artista ha hecho brotar esta impresionante fronda humana por toda la cual corre un hálito dramático, un temor de luchas y agonías que hallan en el pasado, como decimos, ecos de aliento goticista o románico, porque prolonga lúcidamente la tensión y la función del mejor expresionismo de nuestros días.”

Juan R. Doreste,